martes, 23 de diciembre de 2014

Piedra negra sobre piedra blanca - Por el Dr. David Arce

 



“…le pegaban todos sin que él les haga nada;


le daban duro con un palo y duro


también con una soga; son testigos


los días jueves y los huesos húmeros,


la soledad, la lluvia, los caminos…”


César Vallejo



niña


Beatrice es una niña de seis años, de enormes ojos vivaces, rulos espesos, que apenas ingresa al consultorio me alarga la mano y me dice con su vocecita alegre: Buenos días doctor, y se queda balanceando mi mano. Acude acompañada de su padre, un hombre joven de 28 años. Y después de tomarle los datos de filiación le pregunto al padre el motivo por el cual trae a tan hermosa niña. Y me dice: no sé doctor, el neurólogo pediatra me ha pedido varios análisis y varias interconsultas, entre ellas esta interconsulta a psiquiatría. Le vuelvo a preguntar, y al no obtener una respuesta satisfactoria, le pregunto por qué motivo la llevó a Neurología Pediátrica y me dice: “Es que la profesora me enviaba numerosas notas en la agenda escolar donde decía que Beatrice es muy inquieta, que no obedece, que no hace caso y que no quiere ni siquiera copiar sus tareas. Y en la casa es peor, doctor, entonces me enviaron hace varios meses y recién hace dos meses la pudo examinar el neurólogo pediatra y de frente nos ha enviado para acá, yo solamente le he pedido que nos envíe a psicología y nos ha enviado a psiquiatría como si ella estuviera loca, o quizás se está dando cuenta de que algo malo le está pasando a mi hijita. En realidad es una chiquita muy terrible, malcriada, no obedece, hace berrinches y lo que le viene en gana y todo lo que hace lo hace mal, le gusta hacer sus caprichos, con su madre hace lo que quiere, más bien conmigo me hace un poco de caso.


Y mientras el padre me va narrando lo que le sucede a la niña, yo me pongo a revisar la historia clínica anterior, y la nota del neurólogo pediatra y veo un párrafo subrayado donde dice que la niña es víctima de maltrato infantil por parte de los padres con la correa. Al preguntarle al padre si él o la madre maltrata a la niña en la casa, pone cara de yo no soy y dice: ¡No! Yo nunca maltrato a mi hijita, y al confrontarlo con lo que voy leyendo en voz alta sobre la nota del neurólogo pediatra, el padre me dice: es que Beatrice es una niña muy mentirosa, que seguramente cuando ella se quedó sola con el neurólogo, le habrá dicho algún par de mentiras, porque esta niña, aparte de ser caprichosa, es muy mentirosa, alguna mentira le habrá contado.


Entonces leo en voz alta la nota del médico: “La menor refiere que le pegan todos los días con una correa”, y como en ese momento me acuerdo del poema Piedra negra sobre piedra blanca, de Vallejo, y añado a lo anterior: “y también le pegaban duro con un palo y también con una soga, son testigos los días jueves y los huesos


húmeros…” El papá se apura a rectificar lo leído y me dice: “bueno doctor, no le digo que yo soy un santo, pero es que la niña es muy mentirosa, yo nunca le he pegado con un palo, ni con una soga como ella dice, aunque sí debo reconocer que cuando ya no he podido más, le he corregido con la correa. Es que no entiende que no debe orinarse la cama, ella aprendió a no orinarse a los dos años y desde hace un tiempo ha vuelto orinarse en su colchón. Ya le hemos cambiado tres veces el colchón, y éste último ya solamente hemos comprado un plástico y si se orina, que se quede mojada toda la noche porque nosotros ya estamos cansados de levantarnos en la madrugada para hacerle orinar”. Le solicito a una doctora que me está acompañando en la consulta que por favor examine la espalda y las piernas de la niña, y encontramos que tiene varias marcas en su cuerpecito de maltratos anteriores.


La verdad doctor es que sí la corregimos con la correa, es que ella no entiende, todo lo hace mal, parece que lo hace a propósito para molestarnos y para hacernos renegar.


Me demoro un tiempo en explicarle que Beatrice es solamente una niña de seis años y que los niños de esa edad son inquietos, traviesos, que es una niña normal, que solamente quiere jugar y pintar las paredes, que se tomen un tiempo para darle cariño y comprenderla. El padre pareciera que no me escuchara, absorto en sus diálogos internos y en el afán de dar justificaciones a su maltrato.


Coordino con Servicio Social para que le realicen una Visita Social y les hacemos las hojas de referencia para poder verla en nuestro Servicio por mayor tiempo. Le hemos solicitado Psicoterapia de padres y vuelvo a citarla para dentro de una semana, no sin antes avisarle al padre que lo que está realizando es Maltrato Infantil, que la niña necesita cuidado, afecto y protección, que no es necesario que Beatrice sea perfecta. Y que en caso de que ellos no estén en condiciones de criarla y cuidarla, pondremos una denuncia a la Fiscalía de Familia para que le busquen un hogar saludable.



Piedra negra sobre piedra blanca - Por el Dr. David Arce

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