martes, 21 de octubre de 2014

La pulsera de ligas multicolores - Por el Dr. David Arce Martino

puslera


Esperanza es una niña de 09 años de edad, que hace aproximadamente un mes y medio, acudió con su madre a la consulta por presentar ánimo decaído, tristeza, labilidad emocional, bajo rendimiento académico, retraimiento social, aumento del sueño durante el día, hostilidad hacia los padres, conducta oposicionista, desafiante por momentos, irritabilidad y en sus cuadernos estaba dibujando personas ahorcadas. Todos estos síntomas ya los venía presentando desde inicio del año escolar. Se le realizó la Historia clínica y aparentemente no se evidenciaban factores desencadenantes, era como si la depresión hubiera empezado con el año escolar y que se hubiera agravado con el invierno. Se le realizaron algunos exámenes auxiliares para descartar alguna enfermedad de causa orgánica que pudiera estar causando esta condición, y al obtener todos los resultados normales, se le diagnosticó Depresión Moderada. Entonces empezamos tratamiento con un psicofármaco antidepresivo y al promediar la tercera semana de tratamiento la mamá llamó angustiada solicitando una cita adicional porque ahora Esperanza estaba comportándose todo lo contrario, la profesora estaba enviando anotaciones de que la menor hablaba hasta por los codos, que todo el día en vez de hacer sus tareas en silencio las hacía cantando, que terminaba muy rápido sus tareas y el tiempo sobrante lo utilizaba para fastidiar a sus compañeros, que se paraba de su carpeta y caminaba por todo el salón. Que se irritaba fácilmente con sus compañeras y de lo delicada que era anteriormente se había vuelto brusca. En la casa la madre notó que ya no dormía durante el día y que le durante las noches le era muy difícil dormir.


Al acudir a la cita, Esperanza llegó con su hermana gemela, las dos venían con vestidos rojos y lazos rosados en el cabello. Mientras la hermana se sentaba en la mesita de los juegos, Esperanza me saludó efusivamente y, a diferencia de las primeras consultas en que permanecía callada, esta vez estaba vivaz y no cesaba de hablar, empezaba a hablar de todas las cosas que había hecho y sacaba de una cajita, muchas ligas multicolores, diciendo: le voy a hacer una pulsera doctor porque ya me siento bien, ahora he aprendido a hacer pulseras de tres ligas, mire, se hace así, se jala, se le da una vuelta, se estira y se tuerce y poco a poco se va haciendo la pulsera. La mamá con las justas podía decir que desde el día que hablamos por teléfono ya había dejado de darle las pastillas, está insoportable doctor, parece que tuviera una batería que nunca se acaba, yo quería que mi hija estuviera contenta, pero no tanto, la profesora todos los días me ha estado enviando anotaciones en la agenda diciendo que no la deja hacer la clase y que fastidia a sus compañeros.


Le explico a la mamá que deje de darle los antidepresivos y que es muy probable que Esperanza esté presentando un Trastorno afectivo bipolar y que requiera, más que un antidepresivo, un estabilizador del ánimo. Con sus ojos vivaces, detrás de sus ojeras Esperanza me mira y muy contenta me dice: listo, ya está. Y me pone la pulsera de ligas multicolores.


La mamá me ha llamado por teléfono diciéndome que ha mejorado en esta semana, que Esperanza está mejor, y yo, que he estado usando la pulsera de ligas multicolores todos los días, recordándola, me alegro y espero con paciencia que hoy acuda a su consulta para evidenciar sus cambios.



La pulsera de ligas multicolores - Por el Dr. David Arce Martino

0 comentarios

Posts a comment

 
© Chulucanas Noticias
Designed by Blog Thiết Kế