Cada minuto de nuestras vidas es valioso, por ello debemos aprovecharlo positivamente, haciendo cosas productivas en beneficio personal con proyección social, de tal manera que nos sintamos útiles y orgullosos.
Algunas veces nos hemos preguntado -¿Estoy aprovechando mi tiempo? Si nos damos cuento, cada uno de nosotros tenemos 24 horas al día, podríamos decir que el tiempo si ha sido repartido equitativamente para cada uno; así que, si lo aprovechamos ya depende de uno mismo y es allí que nos vamos a diferenciar de los demás, en lo que hagamos con nuestro tiempo.
Cada uno de nosotros podremos marcar la diferencia entre ser una persona exitosa, una persona con limitaciones o una persona que no llega a ningún lado, de nosotros depende en cómo vamos a invertir nuestro tiempo.
Si sacamos cuenta de cuánto tiempo dedicamos a estar revisando las redes sociales, cuánto tiempo leemos o dedicamos a nuestros seres queridos o cuánto tiempo invertimos realizando actividades productivas o de bien social; es cierto que para todo debemos dedicar parte de tiempo, pero la pregunta que debemos hacernos es -¿qué actividades o acciones de nuestra vida merecen verdaderamente más de nuestro tiempo?, teniendo en consideración cual es más importante.
Por cada actividad que realicemos debemos preguntarnos ¿Cuál es el resultado a corto o a largo plazo? ¿Merece la pena dedicarle parte de mi tiempo? Y es necesario recordar que es nuestro valioso tiempo el que estamos dedicando y es allí que debemos tomar una sabía decisión de eliminar las que obviamente no merecen la pena dedicarles gran parte de nuestro tiempo para no desperdiciarlo e ir dosificando de acuerdo a los resultados que vamos a obtener.
También podríamos preguntarnos ¿Cuál actividad me genera un desperdicio de mi tiempo? ¿Qué sitios web, puedo dejar de visitar, qué programas de televisión puedo dejar de ver, que no me aportan nada valioso, qué relaciones debo apartar de mi vida y tomar una firme decisión de desecharlas.
Luego dediquemos nuestro valioso tiempo en actividades que merecen mayor atención y en las que nos sintamos orgullosos @s de poder dedicar un gran bloque de tiempo, por ejemplo: conocerme a mí mismo, conocer a los seres que me rodean, principalmente a nuestra familia y amigos, conocer nuestra patria, realizar actividades que nos ayuden a crecer y desarrollarnos como una mejor persona, como mejor estudiante como mejor profesional, etc, aprender nuevos conocimientos, nuevas habilidades, ejercitarnos físicamente, hacer labor social, etc. Claro que sin dejar de hacer las actividades recreativas como jugar por ejemplo; si los juegos te retan mentalmente y levantan tu espíritu competitivo, es posible que sea una buena inversión de tu tiempo, además que te ayudarán a socializarte.
Los seres humanos estamos a cargo de nuestro vida y de nuestro tiempo es hora de cambiar nuestra rutina y empezar a priorizar las actividades que realmente van a ser beneficiosas a corto o a largo plazo y las actividades que generan un desperdicio de tu tiempo, reemplázalas por opciones mucho más sabias.
Es hora de que hagamos una lista de actividades que vamos a realizar en el transcurso de la semana, del mes, del año y priorizar las que requieren mayor tiempo y dedicación teniendo en cuenta que van a beneficiarnos y van a beneficiar a los de mi entorno.
Empecemos por hacer las actividades que más amamos, las que nos apasionan, aprovechemos al máximo nuestro tiempo, organicemos nuestro tiempo, seamos más creativos porque el tiempo perdido es irrecuperable y como dice Benjamín Franklin: “El tiempo es lo más caro, la pérdida de tiempo es el mayor de los derroches”.
Lic. Janett Palomino Villaseca
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