Los hijos y familiares del chulucanense Técnico FAP Armando Orozco Falla, quien participó en la guerra de 1941 Perú y Ecuador, y junto a dos compañeros tomaron por asalto el Puerto Bolívar (ecuador), participaron el día de ayer del homenaje que rindió la municipalidad de Chulucanas, en la plazuela que lleva su nombre.
La ceremonia se realizó en la Plaza que lleva el nombre del Héroe Nacional, si inició con la palabras de bienvenida por parte del regidor Cesar Castillo, posteriormente se invitó al bisnieto Almonte Orozco, para el izamiento de la bandera. La señora Elena Orozco de Rubio Hermana de Armando Orozco, ofreció una semblanza donde contó parte de su vida militar y civil del héroe.
El acto central fue el que rindieron los hermanos, Laura, Guillermo y Armando Orozco Pacheco, acompañados por el alcalde José Montenegro Castillo, quienes frente al busto colocaron dos ofrendas florales.
Guillermo Orozco, agradeció por el homenaje y el recuerdo que cada año se le rinde a su hermano. Así mismo la familia entregó una placa recordatoria y documentos conteniendo información histórica que estará disponible para el público en general en la biblioteca municipal.
Asimismo, el alcalde impuso el botón de la ciudad a los hermanos y bisnieto, además de la entrega del Cristo Campesino, hecha en cerámica e icono de la encantada. La ceremonia terminó con un desfile de las delegaciones escolares e instituciones públicas que también participaron del homenaje.
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| Fotografía histórica: 31 de julio de 1941. El asalto aerotransportado peruano sobre Puerto Bolivar (Ecuador), primero en toda América ejecutándose. |
Para saber
Era el 31 de julio de 1941. Ocho días antes el teniente José Quiñones se había inmolado, estrellado su avión en un puesto de artillería enemigo. Esa mañana, durante su vuelo de inspección, el comandante César Alvarez vio cinco vagones de ferrocarril repletos de armas y una inusual movilización en puerto Bolívar.
De regreso a la base de Tumbes avisó al Estado Mayor, quien ordenó la inmediata toma del estratégico puerto.
Se necesitaba una flotilla de aviones para "ablandar" el terreno, siete audaces que llegarían por tierra, y tres más que descenderían en paracaídas, lo cual en ese entonces lindaba en lo experimental. Brandariz, a sus 23 años, era un experto en armas; Raffo, de 28, mecánico del avión de Quiñones, quería seguir luchando por la memoria de su piloto caído. Ambos habían demostrado su pericia un año antes en el primer salto masivo ejecutado en Chiclayo. El tercero sería Orozco, de apenas 19 años, quien le dijo a Brandariz: "Mi suboficial: si usted va, yo voy". Orozco nunca había saltado en paracaídas. Se completaba así la trilogía que debía saltar al vacío desde un avión Caproni.
El objetivo: tomar por asalto aéreo Puerto Bolívar.
A las 17:45 de la tarde los tres valerosos soldados cayeron del cielo armados cada uno con dos pistolas, un cuchillo, mapas del lugar y una linterna. Se trataba de la primera acción de comandos aerotransportados del continente.
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