Ing. Jorge Manrique Cienfuegos
DNI 08857904
Me ha llamado la atención acerca del crecimiento espectacular que ha seguido Chulucanas desde que salí en 1971. Pero más me ha preocupado la tremenda ignorancia en la que hemos vivido respecto de nuestros orígenes y la relación con nuestros ancestros. Tomo como referencia y ejemplo la reciente la disusión acerca de si La Encantada o Chulucanas es el centro cerámico. Lo que sí es correcto mencionar es que Chulucanas se abre al mundo más por la cerámica que por el mango y limón.
Al revisar un poco la historia a través de los recursos y la información que se registra en internet, he tomado rápido conocimiento de la “Breve Historia de Piura”, escrita por Reynaldo Moya Espinoza . En ella el autor relata los orígenes y desenvolvimiento de las culturas Vicús y Ñañañique.
Con respecto a la primera, se revela según Lumbreras, quien editó el estudio “ El arte y la vida de Vicús”, que ésta floreció entre los 500 A.C y los 500 D.C. , y de su probable desaparición, en parte producida por la decadencia de los Mochicas, en parte por un desastroso Niño de la época. Lo curioso es que cuando llegan los españoles no tuvieron conocimiento de la existencia de esta cultura. Sólo en 1963 mediante un artículo publicado en La Prensa se menciona la existencia de los huaqueros que profanan las tumbas en el cerro Vicús para extraer los tesoros enterrados allí.
Por su parte , la cultura Ñañañique , probablemente anterior a la Vicús (aunque el autor señala la fecha 500 a 200 años AC, lo que indicaría que son contemporáneos) despertó del letargo , si mal no recuerdo desde El Niño de 1983 con la misión francesa ORSTOM que trabajó en el cerro del mismo nombre, y con más fuerza en la década del 90 cuando la cerámica de Chulucanas se ha ido haciendo más conocida y difundida nacional e internacionalmente, de la mano de nuestros sabios ceramistas; la práctica de este noble oficio se ha consolidado con la creación del CITE Cerámica como centro de capacitación .
Con la información que se posee y la que debe ordenarse será de mucha importancia reconstruir y comprender la historia de nuestros antepasados, entre los que se incluyen los descendientes españoles y las mezclas raciales ocurridas luego de instalarse los hispanos en Piura La Vieja y los lugares aledaños.
Entonces, el argumento para recuperar nuestra identidad es el siguiente: nuestro presente revela el pasado en el que hemos vivido y que se explica a través de nuestros antepasados y del respectivo árbol genealógico, somos herederos de nuestras culturas y de los genes asociados, y también nos hemos desenvuelto en las condiciones culturales y ambientales, a las que nos hemos adaptado, en las que hemos nacido y crecido. Es allí donde debemos encontrar nuestra identidad.
Hurgar en el pasado en la búsqueda de proyectar nuestro futuro es identificar nuestras raíces evolutivas, conocer nuestras debilidades, limitaciones y mejorar nuestras fortalezas. Nos ayudaría a explicar por ejemplo nuestra poca capacidad costeña para actuar colectivamente respecto de nuestros pares andinos, y por qué nos dedicamos durante tantos años a los monocultivos sin mirar otros horizontes. Y reconocernos en nuestra conciencia para recuperarnos, porque los piuranos tenemos sobradas capacidades e inteligencia como para construir una sociedad más solidaria y económicamente estable.
Ing. Jorge Manrique Cienfuegos
DNI 08857904
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