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Ser un policía querido por la gente de la comunidad que se sirve, debiera ser la regla, pero sabemos que es más bien la excepción.
Ser un policía capaz de movilizar una población para hacerla participar en su propia seguridad y desarrollo, es todavía más raro.
Lograr como policía el cariño, el apoyo y la movilización de las rondas campesinas, es excepcional. Aunque ha mejorado considerablemente en los últimos años, la relación entre las rondas y la PNP nunca fue fácil y durante muchos años hubo tirantez entre ambas.
Mayor PNP José Montenegro Castillo.
Ser un policía capaz de movilizar una población para hacerla participar en su propia seguridad y desarrollo, es todavía más raro.
Lograr como policía el cariño, el apoyo y la movilización de las rondas campesinas, es excepcional. Aunque ha mejorado considerablemente en los últimos años, la relación entre las rondas y la PNP nunca fue fácil y durante muchos años hubo tirantez entre ambas.
Mayor PNP José Montenegro Castillo.
Ese caso excepcional ha sido el del mayor PNP José Montenegro Castillo, un oficial que trabajó en cooperación estrecha con las rondas campesinas de Bambamarca y, luego, con las de Chulucanas. Los ronderos de ambas zonas y sus dirigentes lo consideran el mejor policía que haya servido en su región.
“Con la gestión del mayor Montenegro, la delincuencia decreció en un 80 por ciento, principalmente los abigeos”, indicó a IDL-SC Wilder Sánchez, histórico dirigente rondero de Bambamarca y secretario de Relaciones Internacionales de la Confederación Campesina del Perú, “Se afianzó la seguridad ciudadana, se conformaron comités”, Sánchez narró que Montenegro “ponía su número celular a disposición de los ronderos”.
En Chulucanas, Piura, el aprecio es similar “Montenegro logró desintegrar cerca de 35 pandillas y ha trabajado con la comunidad. Durante su gestión se formó el Comité de Apoyo Cívico de Chulucanas. Con dicho grupo se pudo adquirir equipos básicos, una camioneta y computadoras”, indicó a IDL-SC Víctor Calle Rimaycuma, presidente de las rondas campesinas y comunidades de la región Piura.
Una de las tantas manifestaciones en favor del mayor PNP José Montenegro Castillo.
Para Walter Vilena Madrid, presidente del Comité Cívico de Cooperación con la PNP de Chulucanas, “(Montenegro) dio una lección a la población. Demostró que se podía confiar en la Policía al ser persistente y eficaz. En un año requisó 44 armas, desarticuló 20 clanes familiares que se dedicaban a la microcomercialización de drogas”.
El desempeño policial de Montenegro fue, a tenor de lo que indica una abrumadora mayoría de líderes calificados de las rondas, consistentemente notable y en algunos momentos excepcional.
Una trayectoria así de sobresaliente no podía dejar de concitar la atención de sus superiores.
El mayor Montenegro fue pasado a retiro “por renovación” en las purgas institucionales de fin de año (ver “La purga de los coroneles” y “Los legajos fantasmas” en IDL-SC).
Para el anterior ministro y el actual comando, parecía haber un seguimiento casi literal del mandato: ninguna buena acción debe quedar sin castigo.
Las rondas cajamarquinas de Bambamarca, las piuranas de Chulucanas y pobladores de Chiclayo (donde Montenegro sirvió también como comisario), se movilizaron para exigir a los altos mandos policiales el reingreso inmediato de éste a la PNP.
Y mientras avanzan las gestiones, lo nombraron coordinador general de la Federación de Rondas y Comunidades Campesinas de la Región Piura.
La popularidad de este policía y el apoyo de la población no son nuevos. En octubre de 2003, durante la segunda gestión de Rospigliosi como ministro de Interior, cerca de 10 mil ronderos recibieron a éste en una manifestación pública en la plaza de Armas de Bambamarca, con asistencia de ronderos de Chota, Celendín, San Marcos. Ahí, el entonces presidente de las rondas campesinas de Bambamarca, Eladio Huamán pidió a Rospigliosi que el entonces capitán Montenegro fuera ascendido por acción distinguida. El 11 de diciembre de 2003 salió la resolución de ascenso a mayor PNP.
¿Qué cualidades policiales o personales llevaron a una identificación tan intensa y constante de los ronderos hacia Montenegro. De un lado, las cualidades propias de un buen policía comunitario: respeto a la gente, disposición de trabajo a cualquier hora, acción conjunta y coordinada con las rondas…
De otro lado, Montenegro desempeñó su función policial en zonas riesgosa con un arrojo y una audacia que le ganaron apelativos como “el Gato”, “Rambo del Norte” y “Tarzán”.
Natural de Frías, distrito de Ayabaca, este oficial de 46 años (24 de ellos dedicados al servicio policial), tuvo acciones de riesgo tan espectaculares como (estando destacado en Bambamarca) saltar al río Yaucan para intentar rescatar a 42 personas que habían caído a este, tras la volcadura de un camión. Montenegro logró salvar a 35 y desde ese entonces lo llamaron ‘El Gato’.
Pero tal vez la clave de la popularidad de Montenegro está también en su manejo mediático. En Chulucanas, no pocas de las intervenciones realizadas por el oficial han sido cubiertas por lo noticieros de la zona. En dichas transmisiones se lo ha visto interrogando, in situ, a los delincuentes al tiempo de hacerles admitir sus delitos y arengándolos en tono castrense respecto de la moral y las buenas costumbres.
Este operativo e hiperactivo policía comunitario terminó, inevitablemente, chocando con poderes locales. El resultado fue un cúmulo de denuncias, el empapelamiento de “el Gato”.
El 25 de junio de 2008, por ejemplo, Montenegro fue denunciado por Fred Huachez Díaz y Fernando Alejos Lamas, bajo los cargos de lesiones graves, tortura, abuso de autoridad, fraude procesal y falsedad genérica. Montenegro fue sancionado por el Tribunal Administrativo Disciplinario Territorial de Piura, pero la sanción quedó sin efecto por la presión popular de los ronderos que empujaron a un juez a intervenir. (Ver facsímil).
“Nunca he cometido ningún un acto de corrupción, ni he torturado a nadie”, indicó Montenegro a IDL-SC.
IDL-SC tuvo acceso a las manifestaciones policiales de los presuntos agraviados y en ellas ambos señalan no haber sido agredidos “ni física ni psicológicamente”. (Ver facsímil 1 y facsímil 2) .
Sin embargo, los enemigos de Montenegro no cejaron. Uno de sus principales adversario es el alcalde de Chulucanas, Edilberto Farías, quien fue denunciado por irregularidades en el uso de cemento destinado a obras públicas. Montenegro realizó cuatro intervenciones a locales ediles junto con el titular de la Segunda Fiscalía Provincial Mixta de Chulucanas, Esdras Sánchez Moreno.
Pero puede haber habido otra razón detrás del pase al retiro de Montenegro.
Este considera que fue pasado al retiro por haberse negado a regalar un lote de cerámicas al entonces jefe de la Dirección Territorial de la Policía en Piura, general PNP Félix Murga.
Murga, actual jefe de la Dirincri, niega la acusación. Pero Montenegro se reafirma
“Murga buscaba regalos para agradar a sus colegas. Entre octubre y noviembre de 2008, me pidió (que le regale) un lote de cerámicas valorizadas en dos mil soles. Nunca las compré”, sostuvo Montenergo, tras agregar que “el general Murga nunca me apoyó en materia de seguridad ciudadana, jamás atendió mis pedidos”.
¿Conclusión? En medio de una crisis de seguridad ciudadana y de desconfianza en la Policía, un oficial con gran capacidad operativa, identificado con el pueblo al que sirve, querido por éste, comprometido con sus organizaciones, cuya experiencia puede sentar línea y quizá doctrina, es purgado de la PNP, mientras se mantiene y promueve a varios oficiales con trayectorias sinuosas, oscuras y hasta delictivas.
Es el darwinismo inverso en acción: la supervivencia del menos apto. ¿Se sorprenden después de los resultados policiales?
El Instituto de Defensa Legal ha decidido asumir la defensa legal del mayor PNP José Montenegro para luchar por su reposición y conseguir que pueda seguir sirviendo a las rondas y la población en general en el norte del país, con la eficacia y la empatía que le han ganado el apoyo y la lealtad de piuranos y cajamarquinos.
Efectos de la purga
El jueves 05 de marzo, el general PNP Carlos Esaine Armas, vocal del Consejo de Calificación que determinó los pases al retiro por renovación, rindió su manifestación en la 14 Fiscalía Penal Provincial a cargo del fiscal Enrique Miranda, quien investiga las irregularidades en dicho proceso.
Por su parte, el director general de la Policía, general PNP Mauro Remicio, quien a su vez es el presidente del Consejo de Calificación, rindió hoy su manifestación. Según fuentes confiables de IDL-SC, el general Remicio indicó que el Consejo tomó como referencia las Hojas de Información Básica del Policía (HIBO), para decidir los pases al retiro.
Contrariamente, en una anterior publicación de IDL-SC (Ver: Los legajos fantasmas), el secretario del Consejo de Calificación y ex director de la Dirrehum, general PNP Teddy Bartra, manifestó que ni se examinaron los legajos personales-tal como estaba consignado en las actas del Consejo- ni se revisaron las HIBO. Hasta el cierre de esta edición IDL-SC intentó comunicarse con el director general de la PNP, pero no obtuvo respuesta.
En tanto, 26 de los 28 oficiales que denunciaron a los miembros del Consejo de Calificación han rendido su manifestación en el despacho del fiscal Enrique Miranda.
Hasta la fecha, 18 de los policías pasados al retiro por renovación han presentado acciones de amparo con la finalidad de reingresar a la PNP.En el transcurso de la próxima semana, se presentarán 8 demandas más.
Uno de los casos de injusticia en los pases al retiro por “renovación” es el del comandante PNP Víctor Livia, a quien se le restó arbitrariamente puntaje en el cuadro de méritos para los ascensos a coronel el año pasado, para favorecer el ascenso de dos ex edecanes de Alan García. (Ver acta)
Tras agotar la vía administrativa, Livia interpuso una acción de amparo para que se le devuelva el puntaje. Lo logró mediante una resolución de la Dirección de Recursos Humanos, del martes 3 de marzo. Sin embargo, esto no sirve de nada mientras no sea reincorporado a la Policía.
fuente IDL (Instituto de Defensa Legal)
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