martes, 26 de mayo de 2015

El Segundo Renacimiento - Por el Dr. David Arce Martino

SEGUNDO RENACIMIENTO


Neo es un adolescente de 14 años fanático de la Matrix, una serie de películas de ciencia ficción de los 90’s. Viene a la consulta con un polo negro con números verdes, alusivos a las películas. El padre pregunta en forma sarcástica, mirando a su hijo, si puede quedarse para escuchar la consulta. Le digo que tome asiento y que en esta primera entrevista necesito que los padres estén presentes para tomar los datos de filiación. El padre y el hijo se miran y me dicen casi en tono confidencial: –la señora que está afuera es mi madrastra, mi madre falleció hace ocho años en un accidente de tránsito.


El joven se muestra sonriente mientras le tomo los datos al padre. Al preguntarle sobre el motivo de consulta, el padre mira a su hijo con furia y repentinamente se pone a llorar: “Es que ya no sé qué hacer para que mi hijo entienda que tiene que cuidarse. No obedece, no hace caso, su cuarto es un desorden total, quiere mirar la misma película como veinte veces, levanta la voz y creo que hasta me quiere pegar”.


El hijo mira al padre y le dice: –No es que vea la misma película, bueno sí veo la misma película varias veces, pero son tres películas de la Matrix: La misma matrix, la matrix recargada, y la matrix revolución; además de Animatrix que es un anime que explica muchas cosas más de todas las películas. Y sí las veo varias veces es porque les encuentro varias cosas. Además tú me dijiste que me pusiste Neo, porque también en tu tiempo te gustaban estas películas.


El padre se seca las lágrimas, carraspea y casi suplicante le dice: pero tú sabes hijito que primero son tus obligaciones del colegio y del inglés, que no me gusta que te estés juntando con esos muchachos drogadictos.


Neo sonríe a cada instante.


El padre me mira y me dice Usted es un profesional, para eso ha estudiado, para que nos pueda aconsejar en esta situación. La conducta de mi hijo está desbordando y, (quebrándosele la voz), creo que ha empezado a tomar alcohol. A lo que el chico reacciona diciéndole: sabes muy bien que tengo las cosas muy claras con respecto a consumir alcohol. Sabes que nunca voy a consumir alcohol, eso ya me lo has repetido un montón de veces papá. Yo me canso de tomar las pastillas de tacrolimus, pero igual las tomo porque sé que son para mi bien. Que si no las tomara me podría morir.


Mi hijo Neo fue diagnosticado al poco tiempo de nacido de una enfermedad al hígado: fibrosis congénita hepática y a los tres años de edad requirió un trasplante de todo su hígado por un pedazo del mío que yo le doné, pero para que no rechace el trasplante ha tenido que tomar pastillas desde esa época, aunque ahora solamente toma 2 tabletas de tacrolimus en la mañana y dos en la tarde. Pero doctor, allí donde lo ve no se cuida nada, come lo que se le antoja y se ha vuelto


adicto a masticar chicle, no podemos comprar una bolsa de caramelos, porque al instante se lo acaba, parece una piraña voraz.


Cuando nos quedamos a solas con Neo, nos dice que su papá es exagerado, que lo cuida demasiado, como si yo fuera de cristal, no quiere que tenga amigos, hasta se puso celoso cuando le presenté a mi enamorada, prácticamente la obligó a que fuera donde mi dentista a curarle sus dientes por temor a que me contagiara alguna enfermedad porque siempre me anda diciendo que yo estoy con mi sistema inmunológico deprimido. Sí es cierto que a veces me pregunto por qué me ha tocado vivir todo esto, por qué no puedo tener una vida como cualquier adolescente, hasta alguna vez pensé que no valía la pena vivir, especialmente cuando mi mamá falleció en ese accidente de tránsito, pero luego nos repusimos todos, pero tampoco puedo andar haciendo todo lo que mi padre me dice. Acá la enfermera de trasplantes, la señorita Shirley, cada vez que vengo a mis controles, me dice todas las cosas que ya se y que yo cumplo mejor que o que me dice mi papá. Lo que me fastidia es que mi papá me lo esté repitiendo cada rato. Hasta me ha entregado preservativos pensando que yo ya tengo relaciones sexuales, pero, le confieso doctor, que ganas no me faltan, pero el solo hecho de desnudarme me paltea, no me gusta que me miren las cicatrices de mi barriga.


Neo nos habla de otras películas de ciencia ficción y se detiene más en todos los personajes de Matrix, Neo, Morfeo y su nave Nabucodonosor, Trinity, del Agente Smith, Cypher, del Oráculo, etc. También del trasfondo filosófico de las películas, del mito de la caverna de Platón, de las filosofías orientales como el budismo y el taoísmo y de las ideas de un mundo irreal.


Al terminar la consulta invito al padre para que asista a donde un psicoterapeuta y le digo que considero que por el momento Neo no requiere medicación y que más bien nos acompañe a las Terapias de Grupo de los días martes.


Tengo la esperanza de que el padre encuentre la ayuda necesaria y nosotros nos encargaremos de Neo.



El Segundo Renacimiento - Por el Dr. David Arce Martino

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