martes, 12 de noviembre de 2013

Violencia Filio-parental (Conductas violentas de jóvenes hacia sus padres)

niños-tiranos


Mercedes es una madre que acude asustada al consultorio, acompañada del esposo, mencionando que Pablito, su hijo mayor, está citado para una consulta y que no ha querido venir.


Antes de entrar, vuelve a mirar hacia atrás, con la esperanza de que su hijo apareciera de repente. El esposo se sienta junto a ella y ambos empiezan a llorar. “Mi hijo Pablo, tiene problemas de conducta, y en los últimos tres meses le está pegando a mi esposa, ella tiene los brazos y las piernas moradas, al comienzo, mi hijo se molestaba por las puras, la insultaba y le pegaba, pero después de un rato venía a pedir perdón y prometía que se iba a portar mejor. Recién hace dos días hemos realizado una denuncia policial, y creo que por eso no ha querido venir, se ha molestado porque hemos hecho la denuncia, hemos venido solos para no perder la cita que tanto esfuerzo nos ha costado sacar, desde hace dos meses que nos la dieron…”


Mercedes dice que es abogada, que durante un tiempo trabajó en el Poder Judicial, y que ha visto cómo terminan los jóvenes que se comportan como lo hace Pablito. “Lo he puesto en los mejores colegios, le he dado de todo y no sé en qué hemos fallado”.


“En realidad mi hijito Pablito recibió más cuidados que los que recibieron sus dos hermanitos, porque él nació prematuro, sietemesino, y creció un poquito enfermizo, entonces, cuando nos pedía algo, al instante le dábamos, y si nos demorábamos, empezaba a ponerse morado y se ponía a toser, y para evitar que algo malo le fuera a pasar, le conseguíamos rápido lo que nos pedía. Y así fue creciendo, salíamos al mercado, se le antojaba una manzana acaramelada y se ponía a llorar. Una vez me encontró sin dinero y chilló tanto, que yo, por vergüenza, quería desaparecer, la gente empezaba a mirarme mal, pensando que yo le había pegado, claro que ganas no me faltaban. Cuando nacieron sus dos hermanitos, él se enfermó y nos hizo comprarle esos aparatos de video juegos. Ahora tiene 14 años. Pero ya desde chico hacía sus rabietas, siempre las hacía cuando no estaban sus amigos ni sus tíos, nos gritaba, nos insultaba y nos amenazaba con que se iba a matar si no le comprábamos lo que él quería. A veces, cuando ya conseguía lo que quería, los juguetes eran abandonados al día siguiente. El maltrato que nos hacía no solamente era psicológico, sino que también era físico, nos tiraba puñetazos, nos arañaba, nos empujaba, nos escupía y golpeaba las paredes, amenazaba con golpearse la cabeza en la pared. Nos había dicho que la vida no tiene sentido, que quisiera escaparse de la casa o de lo contrario, suicidarse, y eso si era vivir en angustia, porque no dormíamos bien pensando que de un momento a otro lo encontraríamos muerto. Hasta que una vez, se burló de nosotros diciéndonos que cómo íbamos a creer que él se iba a suicidar, él nunca se suicidaría. Cuando tenía 08 años, no sé cómo supo dónde guardaba el dinero y tomó 600 soles y los llevó al colegio. Les compró dulces a todos sus compañeros, y le dio a guardar el resto del dinero a una compañerita. Menos mal que la madre de la niña se dio cuenta y después de preguntarle, vino a verme y allí recién pude observar que me faltaban 600 soles. Antes tenía crédito libre en el Quiosco del colegio y sacó tantas cosas que hasta invitó a sus amigos y la cuenta subió tanto que le cancelamos el crédito. Creo que una de las peores cosas que hizo fue llevarse las joyas de oro de su abuelita, las remató para comprarse unas zapatillas de marca. Cuando nos enteramos, solamente pudimos rescatar dos aretes de oro que todavía no lo habían fundido.”


“Ahora tiene más fuerza que yo, y me deja morados los brazos y las piernas, yo solamente me defiendo. Con su papá no se mete. Sabe que su padre es más fuerte que él. Aunque mi esposo ya perdió su autoridad desde que nos abandonó unos seis meses cuando Pablito tenía 6 añitos, él se fue con otra mujer y creo que Pablito no le puede perdonar eso.”


Les digo que nosotros los vamos a ayudar, que necesitamos realizar una Historia Clínica completa, evaluar a Pablo, y realizarle algunos análisis y dentro de ellos, el descartar el consumo de drogas. Además, me acercaré donde la Asistenta Social, para que programe visitas domiciliarias, y también a la escuela. Y si en caso es necesario hospitalizarlo con estancia corta, espero que ustedes estén de acuerdo, les digo. Les doy una cita adicional para dentro de tres días y esta vez espero que Pablo acuda a la consulta.


David Arce.


 


 





Violencia Filio-parental (Conductas violentas de jóvenes hacia sus padres)

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