Rosa María Palacios.
Francisco Távara, presidente del JNE, es –sobre todas las cosas– piurano. Nacido y criado en Chulucanas, extraña su tierra este viernes que amanece helado en Lima. Hijo de una maestra unidocente rural, recuerda su infancia con cariño. En ese entonces el hijo de un funcionario público podía viajar a Trujillo, con lo justo, a estudiar derecho. Hizo carrera en el Poder Judicial como juez civil y llegó a la Corte Suprema. De ahí vino el salto al JNE, sin saber casi nada de materia electoral, la que ha tenido que aprender a gran velocidad. Preocupado por modernizar el sistema electoral, el pasado 28 de mayo presentó un proyecto de ley, de iniciativa tripartita, para modificar la institución de la revocatoria. El impacto y las lecciones de la última consulta popular en Lima están presentes en nuestra conversación, así como el fantasma omnipresente de la candidatura prohibida de Nadie Heredia a la presidencia de la República.
Los tres organismos electorales, Reniec, ONPE y JNE, han presentado un proyecto de ley para modificar la Ley de Participación y Control Ciudadano. En concreto se trata de una extensa modificación de la institución de la revocatoria. Tan extensa que uno se pregunta por qué no la eliminaron de una vez. Si el proyecto se aprueba tal como está, ¿será bien difícil revocar a una autoridad?
La ley 26300, llamada de Participación y Control Ciudadano, se aprobó en 1994. La primera consulta popular de revocatoria se hace en 1997. El 95% de las realizadas hasta hoy se han hecho en pequeñas municipalidades distritales –90% con menos de 5.000 habitantes–, un pequeñísimo porcentaje de municipales provinciales y nunca se ha planteado revocatoria de un gobierno regional. Cuando llega a Lima, con un tercio de la población electoral, recién nos comienza a preocupar pues se crea un ambiente de incertidumbre. A pesar de ello, no proponemos derogar la revocatoria porque esta está prevista en la Constitución. Hay que decir además que, si bien hoy somos, en efecto, el país más revocador del mundo, creo personalmente que en determinado momento puede ser útil esta institución.
¿Cómo se pusieron de acuerdo los tres organismos electorales?
Tenemos una historia de enfrentamientos y creo que ahí hemos puesto nuestro granito de arena, o más que eso, para tratar de cambiar. Desde que entró en vigencia la Constitución de 1993 tenemos cerca de 20 años de enfrentamientos generalmente entre el JNE y la ONPE. Hemos volteado la página. No es fácil. Recuerde que yo llego acá nuevo, sin conocer mucho de la materia electoral, y me encuentro con la revocatoria para Lima ya con fecha fija.
Entonces para adelante, no había nada que hacer.
La primera novedad del proyecto es que el Reniec utilizará identificación biométrica digital para el recojo de firmas. Transitoriamente se establece que se seguirá usando la forma manual, pero si en la verificación el 30% de las firmas presenta irregularidades se anula todo el expediente. Si esa norma se hubiera aplicado en la revocatoria de Susana Villarán, simplemente no hubiera habido proceso.
¿Cuándo estará lista la identificación biométrica digital?
Esa es competencia del Reniec. Yo estoy tratando de impulsar, como órgano rector del sistema electoral, lo que llamo la modernización del sistema electoral. En este caso, Reniec facilita módulos que se desplazan y da todas las facilidades. Los módulos pueden desplazarse a los mercados, a la plaza, donde haya gente. Tiene un costo pero nos dice Reniec que es manejable y que el presupuesto no se incrementa sustantivamente. Esa sería una revolución en el buen sentido de la palabra. ¡Ya no habría falsificación de firmas! En el sistema actual de verificación de firmas tenemos muchos problemas. La propuesta contiene una sanción que tiene un contenido moral, ético, que también es importante para el caso de más de 30% de firmas irregulares en el sistema tradicional.
¿De verdad se acabaron las firmas falsas?
Se acabaron. Piénselo bien. Hoy con la sanción de 30% y cuando haya verificación biométrica se acabó. Será imposible. Es como tomar tu ADN. No se puede falsificar.
El proyecto exige fundamentación a los promotores de la revocatoria. Se propone que la ONPE evalúe los documentos de sustento pero no establece criterios para esa fundamentación. ¿Basta decir la revocamos por incapaz?
Eso se acabó. Mire usted (me enseña la solicitud de revocatoria contra Susana Villarán y 40 regidores de la Municipalidad Provincial de Lima) ¡Una línea! En eso se había convertido la revocatoria. En un trámite burocrático. Voy, compro mi kit, lleno mi formulario, fulano revoca a mengano con todos sus regidores. ¿Motivo? “Ineficiencia en el desempeño de sus funciones”. Esa era toda la fundamentación. Ahora se exige una sustentación documentada. No vamos a exigir la rigurosidad probatoria de un proceso judicial pero tampoco que esto se pida tan alegremente. Si la ONPE evalúa y no encuentra fundamentación, el promotor puede ir en apelación al JNE.
Otra modificación importante es que el promotor debe presentar el 25% de las firmas del padrón electoral para todos los casos, eliminándose así la regla de excepción para Lima, que solo exigía 400 mil firmas. ¿Por qué se da este cambio?
Siempre se debe trabajar con porcentajes porque el sentido común y la realidad nos dicen que la población crece. En todo caso, para Lima debió fijarse un porcentaje menor de firmas pero no ponerle un tope en números en la ley. El Congreso tenía una propuesta diferente con gradualidad por número de habitantes pero siempre en porcentajes. Se debatirá.
Se establece una sola revocatoria para todo el mandato y en fecha fija, el tercer domingo de noviembre del tercer año de mandato. ¿Por qué esta simplificación?
¿Qué permite esto? Programar presupuesto y planeamiento del proceso.
La propuesta del JNE, a diferencia de Reniec y la ONPE, es que la revocatoria se aprueba con la mitad más uno de los votos de los electores totales inscritos en el padrón. Eso decía la ley originalmente pero en el 2004 se cambió a la mitad más uno de los votos emitidos, rebajando el número de votos necesarios para revocar. ¿Por qué el JNE regresa a la ley original?
Proponemos una valla alta, pero no imposible. Hemos hecho un trabajo de campo, hemos revisado todos los expedientes y hemos medido el impacto que se habría producido con esa valla. Se va a revocar menos, es verdad, pero es porque la revocatoria actual se ha convertido en un deporte, en un incentivo para que el perdedor comenzara a organizarse para revocar apenas podía.
¿Usted cree que la revocatoria ha generado un clima de inestabilidad política y hasta de violencia política en los distritos más pobres del país?
Yo creo que no ha contribuido a la gobernabilidad ni a la estabilidad del gobierno municipal. Mire el caso de Lima, y aquí cabe una reflexión. Un gobierno municipal elegido con 38% de votación termina respaldado con el 49% y los regidores se tienen que ir.
¿Se ha introducido la regla de que no se puede revocar con menos votos de los que se tuvo cuando se fue elegido?
Estamos recogiendo lo que los abogados Chipoco y Valle Riestra querían que el JNE resolviera antes de que se produzca. No podíamos resolver antes porque hubiera sido adelantar opinión. Ahora lo agregamos al proyecto.
Si se llega a revocar, el proyecto establece que las nuevas autoridades no serán elegidas. Ocuparán los cargos los suplentes. ¿No hay nueva elección?
No hay nueva elección. Esto trae un mayor beneficio frente a los costos de una nueva elección y también una mayor estabilidad. Además, se les pide a los señores candidatos que sean más responsables cuando elijan a sus suplentes o accesitarios porque ellos potencialmente serán quienes van a gobernar el último año.
¿No cree que con todos estos cambios habrá menos revocatorias?
Y estará bien. Recuerde que tenemos el sistema de las vacancias y las suspensiones de autoridades, que es otro tema también complicado, pero que contribuye si es que existe un problema real. La vacancia y la suspensión están previstas en causales taxativas.
En esta época el trabajo del JNE es sobre todo ver vacancias y suspensiones. Procesos que no son agradables para nadie pero que los llenan de trabajo y de los que la población espera algún resultado. Hay distritos y provincias en todo el país en situación de tensión por esta causa. ¿Por qué se dilatan los procesos?
Esta es una guerra de todos contra todos. Lo dice el Congreso, no lo digo yo; parece que la gente está detrás de un botín. Pueblos pequeños. Mire, llevando una semana aquí unos cuantos ciudadanos en la puerta –me imagino que les pagaron los pasajes– gritaban ¡Jurado Nacional, vergüenza nacional! Estaban protegiendo al alcalde que estaba en funciones. Hasta una ONG vino a defenderlo. Estudiamos el expediente y vacamos al alcalde. ¿Qué pasó al día siguiente? La Policía lo captura porque se estaba llevando la caja fuerte.
Si hay una guerra, ¿ustedes son los árbitros de esa guerra?
Sí, pero he llegado a pensar en una iniciativa legislativa para que se permita, en casos de municipios donde haya mucho descontrol, que el manejo económico se le entregue a un gerente municipal designado por Servir para que ponga orden mientras se resuelve el expediente, porque el asunto para los promotores es solo conjugar el verbo vacar: yo te vacó, tú me vacas. Esta es una guerra.
Sin embargo, hay casos no resueltos. ¿Por qué demora tanto?
No demoramos mucho. Un expediente de vacancia demora mes y medio. Pasa que a veces nos traen supuestas pruebas de delitos y los derivamos al Ministerio Público. Otras veces dicen los promotores que ya el alcalde “arregló con el Jurado”. Hay que alertar a la prensa responsable porque eso es un chantaje. ¿Ahora resulta que la única prueba de que no hay tal arreglo es vacar? Por eso pienso que la Contraloría debería tener mayor participación.
¿Qué pasa con las falsas declaraciones en las hojas de vida?
Eso va al Poder Judicial y ahí sí demora un poquito –por ser generoso porque vengo de allá (risas)–. Pero tenemos un procurador, felizmente, bastante activo.
Si no pasa nada en el Poder Judicial entonces hay impunidad pues, doctor, y la próxima vez presentan cualquier cosa. ¿Puede algún congresista terminar su mandato sin sanción alguna?
En la nueva ley que estamos trabajando estamos tratando de prever qué sanciones administrativas pueden haber o tal vez graduarlas de acuerdo con la omisión o dato falso que se introdujo. Hay datos poco relevantes como el número de escuelas primarias y otros muy relevantes como estudios superiores, grados y títulos.
“Desde el 2001 la democracia se ha ido consolidando con la alternancia”
-Hace unos meses usted explicó en la radio qué era lo que decía la Constitución del 1979, la de 1993 y la Ley Orgánica de Elecciones en materia de postulación del cónyuge del presidente. Se interpretó que al dar esta explicación usted estaba avalando la candidatura de Nadine Heredia a la presidencia. ¿Qué pasó?
-Este es un tema que está presente en toda entrevista. ¿Qué pasó? Yo voy a Radio San Borja a una entrevista con Glatzer Tuesta. Conversamos sobre ello y yo le digo cuál es, de la forma más objetiva, la legislación vigente y sus antecedentes. Entonces él me dice: “¿Usted sabe, doctor, que la ley lo prohíbe pero no la Constitución?”. “Así es –le dije–; la diferencia la ha hecho usted”, y seguimos conversando. Luego me vino “la aplanadora” cuando por una semana la prensa me sacó de todo. Sacamos una nota de prensa que siempre la tengo a la mano. Pero yo sí dije ahí: “En su momento el JNE dirá su palabra o en su caso el Tribunal Constitucional”.
-El señor Jiménez Mayor ha dicho que no van a presentar ningún proyecto de ley para modificar la ley electoral vigente. Pero eso deja abierta la vía del JNE para solicitar la inscripción de la candidatura. El recuerdo que tenemos es la rereelección de Fujimori. ¿Usted recuerda ese Jurado coimeado que sacó una resolución el 31 de diciembre de 1999 a las 8 de la noche para que nadie la viera y que, sin ninguna fundamentación relevante, permitió la postulación de Fujimori el 2000?
-Creo que más allá de todo hemos ido avanzando en democracia. Con ocasión del discurso que pronuncié en el 82° aniversario del JNE, dije que, del 2001 para acá, la democracia se ha ido consolidando con la alternancia. Tenemos muchos problemas. La ciudadanía, la prensa, tienen derecho a exigir que esto avance más rápido, que madure más la democracia, que haya mejor calidad de democracia…
-¿Pero no cree que regresemos a diciembre del 1999?
-Yo no creo. Dictadura nunca más.
-Ya contestó mi pregunta.
-(Risas). Esa es la habilidad de los periodistas. Pero tenga la certeza de que habrá una respuesta a la altura de las circunstancias históricas en ese momento, para el que Dios nos dé vida como todo cristiano. Daremos una respuesta y, como en toda situación controvertida, unos quedarán contentos y otros descontentos. Pienso que el Perú debe confiar y seguir confiando en su sistema electoral.
Francisco Távara: "DICTADURA NUNCA MÁS"













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