La inteligencia Naturalista

Por el Dr. David Arce Martino - Chulucanense

La teoría inicial de las Inteligencias Múltiples de Howard Gardner, nos dice que el ser humano tiene ocho tipos inteligencias, aunque después, en una revisión posterior, se eliminó la inteligencia naturalista y se les llama las siete inteligencias de Gardner. Esta teoría propone que el ser humano, para poder enfrentar la realidad, posee todas las inteligencias, en diferente proporción. Las siete inteligencias son las siguientes:

Primero, la inteligencia lingüística, que nos permite comunicarnos, ya sea mediante el uso de la palabra o mediante otro tipo de lenguaje corporal, como el lenguaje de señas de los mudos.

Segunda, la inteligencia lógico-matemática, es la habilidad para deducir, inducir, elaborar cálculos y está desarrollada en los científicos.

Tercera, la inteligencia espacial, que es la capacidad de ubicarnos en el espacio con una visión totalizadora, orientarnos en algún lugar y ser capaces de dar soluciones diferentes a problemas espaciales, como por ejemplo los arquitectos, fotógrafos, jugadores de ajedrez.

Cuarta, la inteligencia musical, que comprende la habilidad de interactuar con instrumentos musicales, sus sonidos y la vibración de la naturaleza. Poseen habilidades para escuchar, para cantar y para tocar instrumentos.

Quinta, la inteligencia corporal cinestésica, que es el desarrollo de los movimientos corporales, para expresar sentimientos, pensamientos, creaciones. Con esta inteligencia se puede realizar acciones que impliquen la medida del uso de la fuerza, la rapidez, la flexibilidad y equilibrio. El desarrollo de este tipo de inteligencia nos permite tener excelentes deportistas, futbolistas, ciclistas, atletas, bailarines, actores, etc.

Sexta, Inteligencia intrapersonal, nos permite conocernos mejor a nosotros mismos, ser conscientes de nuestros pensamientos, de nuestros sentimientos y de nuestras acciones. Nos permite estar en contacto con nosotros mismos. Muchas veces nos es difícil expresar o identificar nuestras propias emociones y mediante este tipo de inteligencia nos permite expresarlas sin dificultad. Ejemplo de este tipo de inteligencia son los que practican meditación.

Séptimo, inteligencia interpersonal, es la capacidad para interrelacionarnos con los demás, trabajar en forma armónica en grupo, y facilidad en reconocer las conductas de sus semejantes. Está desarrollada en los docentes, administradores de personal, terapeutas.

De estas siete inteligencias, las dos primeras, la lingüística y la lógico-matemática son la base de la evaluación del cociente intelectual, aquellas que son desarrolladas en aquellos que obtienen las más altas notas en los colegios, y que inclusive son promovidas por los sistemas educativos en la actualidad, enseñando de una misma manera a todos los alumnos sin tener en cuenta que cada uno tiene su propia manera de aprender. Como dijo Albert Einstein: “Todos somos genios. Pero si juzgas a un pez, por su habilidad para escalar un árbol, pasará toda su vida pensando que es estúpido”. Cada materia puede presentarse de distintas formas para que los distintos estudiantes puedan aprovechar las enseñanzas. Y yo creo que con paciencia y creyendo en uno mismo, todos podemos ser capaces de desarrollar todos los tipos de inteligencia.

La octava inteligencia, la naturalista, que fue removida en 1986, de la Teoría de las Inteligencias múltiples, trata de la forma de cómo nos relacionamos con nuestro propio medio ambiente, nuestra sensibilidad de cuidar nuestro entorno. Nos permite reconocer a los demás seres como parte de nuestro hábitat, sean animales o plantas. Mediante este tipo de inteligencia aprendemos a cuidar a los demás seres con los cuales cohabitamos esta tierra que es nuestra casa grande.

En ocasiones en que he viajado a Chulucanas, en el paradero de Castilla he visto subir vendedoras de alitas fritas de pollo en platos descartables, y las personas después de consumir, abrían las ventanas y tiraban los desechos a la calles, y ante mi insistencia en que no hicieran eso solamente me decían que no había problema porque después iban a barrer la calle, otros sonriendo me decían que era para dar trabajo a los barrenderos. Entonces yo les decía que en su casa no van a tirar la basura en medio de la sala, que bien podían guardar el plato descartable con los restos hasta encontrar un basurero donde tirarlos. Menos mal que a los que hablaba parecía tomar conciencia. Aunque hay algunos a quienes se les ha informado sobre el cuidado de la limpieza de nuestras calles, que antes de tirar un papel o una bolsa de marciano miran a ambos lados para ver si no los están mirando, sin saber que su propia conciencia los mirará por siempre. Otra forma de cuidar nuestro medio ambiente es no quemando la basura que contamina el aire. Tampoco no producir contaminación sonora colocando los equipos de sonido a gran volumen. Cuidando nuestro medio ambiente nos estamos cuidando a nosotros mismos.

En esta era de calentamiento global, donde a las personas, por ejemplo de la minería informal, no les importa contaminar tierras, ríos, lagunas, mares, con tal de hacer dinero, es necesario tomar conciencia de que la tierra es nuestro hogar, y que debemos cuidarla en todos los aspectos. Y cada uno de nosotros podemos hacer algo que esté a nuestro alcance para conservarla. Queridos paisanos, pongámonos manos a la obra.