Reemplazó la coca por cacao y plátano

Las vicisitudes que sufrió Diosdada Bermejo no le quitaron las ganas de luchar para salir adelante.

Mujer Chulucaneña cuenta su Historia a Peru 21

Tiene 56 años y, aunque su historia la haría merecedora del apelativo ‘Madre Coraje’, a Diosdada Bermejo la conocen en Villa Mercedes, Tocache, como ‘La Tía Corazón’ por la buena vibra que derrocha en cada paso que da, siempre sonriente y positiva, pese a los fuertes golpes que ha recibido en su vida.

Nació en Chulucanas, Piura. Allí se casó y tuvo cuatro hijos. “Me enamoré de un policía, nos casamos, me decepcioné; entonces, decidí irme a vivir a Tocache”, me cuenta. Había estudiado enfermería, así que, para empezar su nueva vida, abrió una botica, pero no fue la única actividad a la que se dedicó.

AÑOS DE VIOLENCIA.

Era mediados de la década de los 80 cuando Diosdada se inició en el cultivo de coca ilegal. “Tenía 60 hectáreas. La sembré durante diez años y la vendía por arrobas (sacos) a US$30 o US$40, pero todo lo perdí por la violencia”, recuerda.

Tras los pasos de los terroristas empezaron a llegar militares a Tocache y, con frecuencia, ocurrían enfrentamientos. “Mucha gente se fue, pero yo me quedé en mi rancho con mis hijos, porque pensaba que el que nada debe nada teme”, detalla.

No pasó mucho tiempo para que, por uno de esos crueles designios del destino, Diosdada fuera acusada de terrorista por los militares. “Me torturaron y me violaron. Y a mi hijo de dos años y medio también lo torturaron para que dijera que yo pertenecía a Sendero Luminoso”, relata con un gesto en el rostro que, más que reclamar justicia, parece derrochar perdón.

EN BUSCA DEL FINAL FELIZ. 

Estuvo fuera de la selva por ocho años. No era para menos. Sin embargo, un deseo interno la empujó a volver. Tal vez buscaba reivindicarse de la ilícita actividad a la que se dedicaba antes. No encontró sus 60 hectáreas, así que inició un negocio de comida. “Poco a poco empecé a encaminarme”, afirma.

Compró una pequeña chacrita, la que dedicó al cultivo de naranja, piña, limón. Era el año 2007 cuando se enteró de que varios vecinos se estaban acogiendo al Programa de Desarrollo Alternativo (PDA). Diosdada confiesa que al principio tenía desconfianza en el proyecto. Hoy forma parte de una cooperativa. Cuenta con 20 hectáreas de tierra, de las cuales cuatro dedica al cultivo de cacao y otras cuatro, al cultivo de plátano.

“Estoy contenta pues mi cacao ha entrado en producción y es posible que, en el mes de diciembre, junto a la cooperativa, lo vendamos a París”, me dice con una sonrisa de oreja a oreja. Tiene cinco hijos, todos profesionales, la mayoría casados, por lo que no puedo evitar preguntarle ¿qué le da fuerza para salir adelante? “Ser mejor”, me asegura. La popular ‘Tía Corazón’ se ganó el mío.

Por Alicce Cabanillas

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