miércoles, 9 de febrero de 2011

Doble Homicidio - Por David Arce

Un asesino ha violado a una niña y la policía lo ha capturado a balazos llevándolo al quirófano desangrándose. Los cirujanos usan las únicas tres unidades de sangre Rh negativo y solicitan más.

Rápidamente se activa el sistema de alarma de todos los bancos de sangre y envían las treinta unidades de toda la ciudad.

Después de tres horas los cirujanos salen contentos por haber salvado una vida.
Casi al mismo tiempo, la niña violada llega exangüe a Emergencia, sin saber que su homicida también le ha robado la última unidad de sangre que ella precisaba para vivir.

David Arce


Castración química: solución a medias

Debate. Tratamiento médico buscaría frenar abusos sexuales contra menores. Se trata de aplicar al violador una dosis de hormona femenina cada 6 meses para neutralizar su deseo sexual. El efecto es de un 60%.


Milagros Laura S.


¡Pena de muerte para los violadores de niños!, resulta ser el justificado clamor de todo aquel que escucha noticias como “Sujeto viola a hija de 7 meses”. Sin embargo, este pedido no es aplicable en el Perú, por lo que surge la propuesta de la castración química como medida para frenar los ataques sexuales. Pero ¿realmente es efectiva esa medida?, ¿es una pena justa para quien abusa de un menor?


De aprobarse la castración química, los violadores recibirían un “pinchazo” intramuscular cada seis meses, una dosis de hormona femenina que detendrá la producción de testosterona, responsable de la excitación, e impedirá la irrigación de la sangre a los órganos genitales y el deseo sexual.


La hormona responsable de anular la excitación es la Depo-Provera, medicamento que en el caso de las mujeres es utilizado como anticonceptivo, pero en los hombres logra aplacar la libido.


El psiquiátra Manuel Arce Martino, del hospital Guillermo Almenara, explica que este medicamento provoca en los hombres una especie de castración porque evita la erección y la consecuente eyaculación, por lo que no se podrá concretar el ultraje sexual.


El impulso sexual


Sin embargo, el médico también revela que el impulso sexual no está en los genitales, sino en el cerebro, es decir, que el sujeto castrado “médicamente” continuará sintiendo su aberrante atracción por los niños u otras personas; pero que en lugar de usar su arma sexual (miembro viril) puede usar otras herramientas para sentir placer, ya sea las manos o incluso objetos a ser utilizados en la búsqueda del placer. De ahí la importancia de que esta medida sea acompañada de terapias psiquiátricas.


En otros países


En naciones como Alemania, Dinamarca, Francia, Australia, España y 5 estados de la Unión Americana ya se practica la castración química. Los expertos afirman que el método (junto con terapias psiquiátricas) logra reducir la reincidencia de los violadores, aunque indican que no es 100% exitoso.


En el Perú también hay personas que se han sometido a una castración química, pero por voluntad propia.


“He tenido pacientes con alteraciones sexuales que se sienten atraídos por sus hijas adolescentes, y conscientes de esa mala sensación empiezan el tratamiento de la castración química”, revela Arce Martino.


Los especialistas en salud mental coinciden en que este medicamento aplicado en hombres solo tiene un 60% de efectividad, y si no es suministrado con periodicidad pierde todos sus efectos, por lo que concluyen: “Un violador es incurable, pero controlable”.

¿Enfermos mentales?


Muchos de estos abusadores, al enfrentar la justicia, argumentan sufrir de alteraciones mentales, problemas de personalidad y hasta cuadros psicóticos.


Saben que ese camino los lleva a ser inimputables a sentencias como la cadena perpetua, ya que al ser diagnosticados como enfermos mentales solo merecen internamiento en un centro psiquiátrico para ser “rehabilitados”. Luego, alcanzan la libertad.


Por ello debemos tener cuidado al denominar a estos sujetos. Al llamarlos enfermos o psicópatas, sin querer estaríamos colaborando para que no paguen por sus delitos. No olvidemos que ante todo son criminales que amenazan la vida de nuestros niños.


El dato


Castración orgánica. Si la castración química no puede ser aprobada menos lo será la orgánica, pues consiste en extirpar los testículos, órganos responsables de producir las hormonas de excitación, sin duda una medida más radical.


REACCIONES


"Más costoso que la castración química es permitir que estos ‘animales depravados’ sigan atentando contra la inocencia de los niños”.


Isaac Mekler

Congresista de la República


"Quienes cometan violación sexual en contra de sus propios hijos deben recibir no solo la cadena perpetua, sino también la castración química”.


Mercedes Cabanillas

Congresista de la República


"Los abusadores castrados médicamente puede usar otros mecanismos para ofender a las personas como los dedos u otros objetos”.


Manuel Arce Martino

Psiquiátra del H. Guillermo Almenara


Aplicarse en el Perú tomaría años


Los políticos que proponen implementar la castración química adicionalmente a la pena de cadena perpetua no explican que lograr aplicarla requerirá seguir un largo proceso como el de instaurar la pena de muerte. Demoraría unos tres años.


El abogado en derechos humanos Ronald Gamarra indica que la castración química atenta contra los principios consagrados en los artículos 1, 2 inciso 1 y 139 inciso 22 de la Constitución. Además, según las normas internacionales, estas penas son degradantes y prohibidas.


Para aplicar la castración química se necesita de una reforma constitucional, modificar el Código Penal y denunciar la Convención de los Derechos Humanos.

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