Buenos Amigos o Malos Vecinos

La univiersidad no estará en Chulucanas pero si que varios de nuestro jóvenes estudian en ese campo, asi que les compartimos el siguiente artículo escrito por Prof. Miguel Godos Curay

Buenos Amigos o Malos Vecinos

El centro comercial frente a la Universidad Nacional de Piura le ha tapado la cara. Ahora se ve el esplendor del consumo y a espaldas arrinconado el campus de la U. La inversión le ha dado vida a un espacio anteriormente poblado de chopos y algarrobos resecos. Pienso y creo que la universidad y la inversión son necesarias para Piura. Pero hay que advertir que el convertir en patio de desembarque de mercaderías el acceso principal a la UNP es un desatino injustificado. Esta es una consecuencia de la improvisación en la que muchas veces suele incurrir esa ingeniería insolente que no mira la realidad. Sólo a un estúpido con nombre propio se le puede haber ocurrido bloquear el acceso a un recinto universitario que tiene 27 mil alumnos y que diariamente desde hace algunos meses sienten mortificación y rabia, por los contratiempos, que les provoca hoy el concurrir como de costumbre a clases.

Creemos que lo conveniente y prudente es rediseñar los accesos pensando en los estudiantes que diariamente se desplazan a la universidad. Hoy, como se puede observar, el vecino opulento impide que los estudiantes concurran puntualmente a sus labores. Eso no es bueno ni tiene porque dilatarse más al extremo que alumnos y docentes indignados enfilen toda la artillería pesada de la protesta a un vecino poco sensato que ignora las elementales normas de respeto a sus vecinos.

Creemos que la vecindad, cortés y amable, obliga a no interferir con el libre acceso para unos y para otros. Las aceras de la UNP y la verja que separaba a la pista estaban en buen estado. Hoy no, después del febril ritmo con el que se instaló la inversión. Sucede lo mismo cuando el mal vecino para hacer mejoras en su casa interrumpe y altera, sin mediar disculpa y reparo de ninguna clase, en el espacio de su vecino. El acceso a la universidad fue cortado y la restitución del pavimento a un da mucho que desear. Cada vez que un tráiler cargado de mercadería ingresa nadie pueda pasar. El tránsito se congestiona y el paso de peatones es un riesgo inminente contra la vida de nuestros estudiantes. Y esa rabia interior se torna insoportable hasta que no se encuentra una solución que no perturbe la vida de la universidad.

Desconozco si estos gerentes empecinados en empujar el consumo y las ganancias se han puesto a pensar en su vecino al que le están causando enormes mortificaciones. Es probable, esperan que una masa estudiantil indignada salga a las calles a gritar a viva voz: ¡Fuera los chilenos! O que una muralla humana impida que esos camiones que nos hacen la vida cuadritos sean impedidos de desembarcar. Es razonable no llegar a estos extremos pero hay que buscar una solución que permita que la procesión siga en paz. Y que el comercio se desarrolle sin afectar la apacible vida académica de la universidad.

Es más los buenos vecinos pueden, en una razonable reciprocidad y responsabilidad social, buscar solución a sus problemas comunes y como sucede en las relaciones amables obtengan saludables beneficios. Vivir en perenne hostilidad no es bueno para nadie. De modo que se puede encontrar solución a estos inconvenientes perturbadores que nos recuerdan que frente a la indiferencia y el abuso, es posible, la legítima defensa y la protesta. Es preferible ser buenos amigos que malos vecinos.

Miguel Godos Curay