Mensaje del VII Encuentro Binacional de Pastoral de Movilidad Humana Ecuador – Perú
Congreso Binacional de Pastoral de Movilidad Humana Ecuador – Perú
Mensaje del VII Encuentro Binacional
de Pastoral de Movilidad Humana
Ecuador – Perú
Guayaquil, 01 de setiembre de 2010
Las delegaciones participantes de Piura – Tumbes, Chiclayo, Chulucanas y Trujillo del lado peruano y de Machala, Cuenca, Loja y Guayaquil del lado ecuatoriano; reunidas en la ciudad de Guayaquil – Ecuador, con la presencia de Obispos, sacerdotes, religiosas/os y laicos de ambos países, hemos compartido experiencias y planificado esfuerzos conjuntos para la promoción y protección de los derechos de las personas en situación de movilidad en la zona de frontera ecuatoriano-peruana.
La movilidad humana, siendo una realidad social característico de todas las épocas, actualmente está marcada por un sinnúmero de contradicciones, donde se permite la libre circulación de bienes materiales y mercancías (capitales), pero se restringe la libre movilidad de las personas, implementando duras políticas migratorias, hecho que ha sido señalado por el Papa Benedicto XVI en la encíclica “Caritas in Veritate”: “…todo emigrante es una persona humana que, en cuanto tal, posee derechos fundamentales inalienables que han de ser respetados por todos y en cualquier situación.” (CIV 62)
Constatamos que ambos países viven procesos de movilidad humana, tanto interna como internacionalmente y que los derechos de éstas son frecuentemente violentados, hechos que se traducen en:
- Fortalecimiento y expansión de redes criminales dedicados a la trata y tráfico de personas con fines de explotación sexual y laboral.
- Falta de oportunidades laborales, educativas, salubres y organizacionales, en las ciudades de origen; que obliga a la población, sobre todo joven, a emigrar, tanto internamente, como a otros países.
- Criminalización de las personas en movilidad dentro de la normativa interna de los países.
- La creciente violencia xenófoba en el mundo, que genera discrimen, persecución
Constatamos la falta de respeto a la dignidad de las personas y tenemos una gran preocupación por lo que sucede en América Latina y el mundo, que se evidencia en el endurecimiento de las políticas migratorias, a través de leyes discriminatorias y xenófobas, como la ley SB 1070 de Arizona y el Plan Retorno de la Comunidad Europea, que han creado un clima de persecución y exclusión hacia los migrantes. Esto ha hecho, que exista un importante flujo de personas deportadas y repatriadas a sus respectivos países.
Asimismo, nos solidarizamos con la Iglesia mexicana ante los lamentables hechos sucedidos en estos últimos días, por la brutal masacre a 72 migrantes latinoamericanos, suceso que rechazamos y denunciamos.
Creemos, a la luz del Documento de Aparecida, que “la realidad de las migraciones no se ha de ver nunca sólo como un problema, sino también y sobre todo, como un gran recurso para el camino de la humanidad” (DA 413) Esto implica “el desarrollo de una mentalidad y una espiritualidad al servicio pastoral de los hermanos en movilidad” (DA 413), para desarrollar procesos de sensibilización y formación que nos permitan mirar a la movilidad humana como una oportunidad y no como un “problema”.
Nos comprometemos, como Iglesias hermanas, a continuar afrontando los desafíos que implica la movilidad humana en la zona de frontera ecuatoriano-peruana, por lo que “…se hace necesario reforzar el diálogo y la cooperación entre las Iglesias de salida y de acogida, en orden a dar una atención humanitaria y pastoral a los que se han movilizado…” (DA 413). Esto implica, fortalecer el trabajo de la pastoral de movilidad humana, interactuando en redes locales, regionales e internacionales a fin de brindar una mejor atención a las personas que viven los procesos de movilidad.
Exhortamos, al conjunto de la Iglesia de Ecuador y Perú, a brindar la respectiva importancia y apoyo a la Pastoral de Movilidad Humana, en el marco de la Pastoral de conjunto, y responder al tema, desde iniciativas parroquiales.
Aspiramos que en el próximo encuentro de presidentes de Ecuador y Perú, a realizarse el 26 de octubre en la ciudad de Loja – Ecuador, con motivo del décimo segundo aniversario de la firma del Acuerdo Definitivo de Paz o Acuerdo de Brasilia, exista un compromiso de ambos mandatarios por mejorar las condiciones de desarrollo en la zona de frontera, teniendo en cuenta que la paz se garantiza y promueve con el desarrollo y con la justicia social, y este desarrollo debe ser integral de la persona.
Agradecemos a los agentes de Pastoral de las diferentes Jurisdicciones Eclesiásticas, organizaciones civiles e instituciones privadas y públicas de ambos países, quienes motivados desde la fe cristiana, están brindando respuestas a las personas en movilidad; y les animamos a continuar trabajando por la dignidad del ser humano, haciéndonos migrantes con los migrantes, como lo hizo Jesucristo (Mt. 25,35).
Participantes del VII Encuentro Binacional
De pastoral de Movilidad Humana Ecuador – Perú
Mons. Daniel Turley Murphy, OSA P. Francisco Ochoa
Obispo de Chulunas Director de Pastoral Social Cáritas Loja
Ricardo Martin Valdivia Hna. Cristina Narváez
Director General Cáritas Piura – Tumbes Pastoral de Movilidad Humana Machala
María Piscoya Franklin Ortiz
Pastoral de Movilidad Humana Chiclayo Pastoral de Movilidad Humana Cuenca
Estuardo Tejeda Gonzalo Yuquilima
Pastoral de Movilidad Humana Trujillo Pastoral de Movilidad Humana Guayaquil
Hna. Janete Ferreira, mscs P. Alcides Salinas Sosa, mce
Directora de Pastoral de Movilidad Humana Secterario Ejecutivo Pastoral de Movilidad Humana
Conferencia Episcopal Ecuatoriana Conferencia Episcopal Peruana
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