martes, 27 de enero de 2015

Con las Alas Cortadas - Por el Dr. David Arce Martino

alas cortadasAdina es una mujer de 28 años, que ha terminado la profesión de Ingeniería agrónoma ayudada por los padres, tiene un hermoso hijo de ocho años de edad y; aunque no se dedica a las labores de agronomía, sus padres le han puesto una tienda de fertilizantes en su misma casa en uno de los caseríos de Chulucanas.


“Vengo doctor, porque me olvido mucho, quiero que me recete algún medicamento que me ayude a recordar las cosas, por cualquier motivo me olvido de los más mínimo, a veces me dejan la lista de lo que me van a comprar y me dicen que van a regresar dentro de un par de horas por el pedido y pasan las horas y cuando llega la persona, recién me acuerdo que no hice el pedido, que dejé olvidada la hoja por un lado pensando hacerlo en un ratito, pero luego me entretengo en muchas cosas que tengo en mi cabeza y me olvido. Por ejemplo, durante el año escolar, mis padres me encargaron que recogiera a mi hijito de la escuela. Yo sabía que salía a la una de la tarde, y que a pie me demoraba diez minutos. Y recién a las dos me acordaba que me hijo estaba esperándome. Claro que mi hijo es tranquilo y se entretiene jugando entre los árboles del colegio, correteando pacasos, tirando piedras a los panales con su tirador, pero mis padres me gritan que soy una mala madre, desconsiderada”.


“Mis padres siempre encuentran la oportunidad para reclamarme que soy una mala madre, ni quieren que me acerque siquiera a conversar con el padre de mi hijo, y a él lo tienen amenazado que busque a su padre, pero mi hijo se las ingenia para pasar los fine s de semana con él. El padre de mi hijo es obrero, y tiene la piel un poquito más oscura que nosotros, tiene el cabello trinchudo y mi hijito ha salido con el cabello ondulado a mi papá. Él lo engríe mucho, pero no soporta que vaya a ver a su papá, le dice que no debe juntarse con los cholos de la familia del papá”


“Cuando yo salí embarazada de mi hijo Dieguito, mis padres lanzaron el grito al cielo, me dijeron que cómo una chica universitaria como yo podía haberme fijado en un cholo como él, y aún más, cómo me había dejado embarazar. Me llevaron donde las curanderas para que me dé pociones para que abortara a mi hijo, pero yo no las tomé. Para eso yo ya había ingresado a la Universidad de Piura. Me alquilaron un cuarto y me alejaron de Alcibíades. Tuve mi hijo y lo crió mi madre hasta que yo terminara de estudiar. Me dijeron que no regresara al pueblo mientras no les llevara el título. Parecía un ave con las alas cortadas. Me esforcé mucho, de vez en cuando me las arreglaba para ver a mi hijo aunque sea una vez al mes, y por más que se molestaran mis padres, yo iba a verlo. Durante esos años he visto a Alcibíades por lo menos una vez al mes, no se ha acompañado, dice que me sigue esperando y le gusta llevar al campo a nuestro hijo Diego. Yo amo al padre de mi hijo, él es muy trabajador y cariñoso”.


“He visto algunas ofertas de trabajo, pero son fuera de la región Piura, tengo mucha pena dejar a mis padres que están solos, y además que me han puesto esta tienda de fertilizantes para que pueda sostener a mi hijito y a mí misma. Yo creo que no


puedo dejarlos. Aunque los quiero mucho a veces me he sorprendido con malos pensamientos que se me cruzan por mi mente, he llegado a pensar que si mis padres se murieran yo estaría más tranquila, pero al toque recapacito y alejo esos pensamientos abominables. Ellos quieren lo mejor para mí”.


Luego de escucharla, le realizo una sola pregunta: ¿Para qué sigue viviendo con sus padres?


Y me responde: “Porque ellos me han criado y…”


Le recalco que la pregunta no fue: “Por qué”, la pregunta es: ¿Para qué?”


Y le explico que si hubiera querido preguntarle por qué, ella me hubiera dado un sinnúmero de justificaciones que se basarían en el pasado. Le digo que la pregunta es para qué sigue viviendo con ellos. Entonces ella se defiende y me dice; “¿O sea que Usted quiere que abandone a mis padres?”. Le vuelvo a decir que yo no he dicho eso. Solamente le he realizado una pregunta que concierne a su futuro. Adina respira hondo, baja los hombros y me dice que no tiene respuesta.


Entonces le dejo como tarea que se responda la pregunta para ella misma, con sinceridad.



Con las Alas Cortadas - Por el Dr. David Arce Martino

0 comentarios

Posts a comment

 
© Chulucanas Noticias
Designed by Blog Thiết Kế